La noche obstinada: la obra de danza sobre las fiestas Spandex

image
por Claudio

A los quince años, caminando de vuelta a mi casa del liceo donde estudiaba, vi por primera vez un afiche pegado en un poste, que me llamó la atención: dos piernas cruzadas envueltas en un par de medias con flores, sobre un par de plataformas muy setenteras. El póster era de Spandex, la nueva fiesta que revolucionaría ese año 91; y que en el 2014 sigue dando qué hablar.

¿Qué hizo tan míticas estas fiestas? Sin duda, el momento político y social que se vivía en nuestro país: la dictadura, la (criticada) transición y el lema de la justicia en la medida de lo posible. Las mordazas se desanudaban y poco a poco –muy poco a poco- las puertas del destape se abrían para dar paso a la manifestación de la diversidad, en medio de la investigación por los cheques del hijo de Pinochet, los desaparecidos de Pisagua y el Informe Rettig.

Daniel Palma, reconocido escenógrafo de teatro, junto a Titi Ramírez, Lola Hevia, Jordi Castell y Fernanda Zamora se reunieron en el Prosit de la Plaza Italia, con el propósito de generar ingresos para la compañía “Gran Circo Teatro”, que dirigía Andrés Pérez y que en ese momento sufría por aprietos económicos. Unieron el talento estético, sus nexos con el mundo del espectáculo y su creatividad, para generar las fiestas Spandex. Lo que pasó con ellas ya es historia.

La misma que hoy retoma el destacado coreógrafo argentino Pablo Rotemberg en “La Noche Obstinada”, montaje que se estrenó este viernes 25 en el Centro GAM, en una coproducción con el Forum Internacional del Estado de Sao Paulo (Fidesp), bajo el patrocinio de la Embajada Argentina.

La obra pone en escena a 7 bailarines, 5 hombres y 2 mujeres, quienes en medio de un banda sonora -que incluye a Cecilia, Queen, Liza Minnelli y a composiciones doctas de Shostakovich y Mirzoyan- nos muestran los destellos de las fiestas Spandex como una metáfora del fin de la dictadura y de los primeros pasos hacia la democracia.

Durante una hora y con una energía admirable, los bailarines -casi siempre desnudos- se enfrentan a una propuesta coreográfica exigente, cargada de alegorías y bajo de los principios de la poética de Rotemberg, quien en su trabajo mezcla escenas literales de sexo, violencia y agresión.

El coreógrafo argentino somete a los espectadores al juego rudo de la realidad del Chile de los ’90 y divide el escenario, presentando los contrastes propios de la época: negro versus color; plumas versus violencia; brillo versus muerte. A modo de espejo, nos enfrenta a ese Chile que hemos querido disimular envuelto en lentejuelas, como los ropajes de los transformistas.

“La Noche Obstinada” es un espectáculo muy recomendable, que no deja indiferente y que además ofrece la oportunidad para ver en escena a bailarines-actores que hacen un trabajo notable, como por ejemplo a Lucas Balmaceda, rostro que nos asusta –con la mirada expresiva, sus labios rojos y sus manos abiertas- en los afiches que hoy inundan nuestra ciudad, un agosto de 2014.

“La Noche Obstinada” de Pablo Rotemberg
Centro GAM – Sala A 2
Hasta el 10 de agosto
Miércoles a sábado/ 21 horas
Domingo /20 horas.
Valor entrada: 6 mil pesos (general) y 3 mil (estudiantes y tercera edad)