Por @patyleiva
Este año se cumplen 25 del disco que marcó un antes y un después, no solo en la vida de una Alanis Morisette de veinte años, sino de miles de niñas y adolescentes que encontramos en ella un poderoso referente. No recuerdo hasta entonces, haber cantado con las ganas que canté en el concierto del ’96 con este glorioso disco, el Jagged Little Pill.
En una reciente entrevista que escuché en el podcast Music Now de revista Rolling Stone, Alanis hablaba de la frustración de no haber podido realizar todos los planes de celebración que tenía para este importante aniversario, que incluía una extensa gira con Garbage y Liz Phair, pero que, como a todos, se le vinieron abajo por culpa de la pandemia.
Hablaba de la aceptación finalmente, no sin antes pasar por estados grandes de ansiedad y habituales crisis de pánico, porque bueno, Alanis siempre ha sido como una.
Pero no me dio la sensación de estar del todo achacada, porque, aparte de ser muy entretenida y animada para conversar, me encantó que usaba mucho el concepto de “depende cómo me pilles” cuando le preguntaban cómo estaba manejando este encierro.
De todas maneras va a lanzar el disco que tenía pensado sacar después de 8 años de silencio, se llama Such Pretty Forks in the Road y estará disponible el 31 de julio y lo mejor de todo, es que hace unos días liberó en su canal de YouTube, un video de 1 hora y media con la gira Jagged Little Pill para celebrar de alguna manera los 25 años del disco.
Mi amiga Kari me avisó que estaba disponible y la verdad es que lo he visto más de 3 veces ya. Es bien emocionante verla, poderosa e inspiradora en las innumerables presentaciones de la gira que la trajo a Chile por primera vez al entonces Teatro Monumental (hoy, Caupolicán).
Recuerdo que fui con una amiga, y llegamos muy temprano. En la fila para entrar noté que éramos todas mujeres y niñas, unidas por una hermandad que nos hizo respirar una atmósfera de plenitud y felicidad. Hoy sé que eso era sororidad.
Amo verla correr en el escenario, caminar en reversa, mover las manos tocándose los dedos (sospecho que es un mudra, porque Alanis es muy yogui) con su pelo largo y precioso como extensión de su sentir.
En la entrevista que les cuento, le preguntaron qué le diría la Alanis de hoy a la de 19 años, y respondió algo así como que ojalá se hubiera rodeado de más amigos, porque cuenta que a veces iba a festivales en los que era la única mujer en un cartel entre 70 bandas de puros hombres!!! y sentía que sus pares no sabían cómo catalogarla entonces no establecía relaciones fraternales, y que la Alanis de 19 seguramente le diría a la de hoy “por favor seamos amigas!”, lo que me pareció súper tierno y me recordó a esa maravillosa película llamada Tully.
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Sobre el movimiento Me Too, ella dijo que estaba muy feliz de que las mujeres hablaran y se sintieran acompañadas y no juzgadas. Por otro lado del concepto “nueva sinceridad” utilizado en algunos medios gringos, ya que hablar y expresarse no es algo nuevo para ella, pero celebra la apertura.
Recordemos que con el mega hit “You Oughta Know” –que hablaba sobre una traición amorosa y su rebelión contra el que la ocasionó–, se le identificó de forma muy simplista con el “odio a los hombres”, pero por otro lado fue la voz que expresó lo que muchas sentían, liberando la rabia, la pena, sentimientos que, hasta el día de hoy dice que la motivan a funcionar.
Las que vivieron en carne propia la irrupción de Alanis Morrisette en los 90’s, entenderán la emoción de estas imágenes, y las que no, las invito a ser testigos de la puesta en escena de una poderosa artista, que abrió muchas puertas para las que venían después.
