por Emilia
El miércoles comenzó oficialmente el invierno, y este año será –según lo que hemos visto– más frío y lluvioso que el anterior (me salió como canción de Los Prisioneros). Si bien no soy fanática del frío intenso, el invierno y el otoño son mis estaciones predilectas. Sé que no soy mayoría, incluso un estudio de Adimark recientemente publicado reveló que el 43% de los chilenos prefiere el verano, seguido de un 24% que es fanático de la primavera, un 20% de seguidores del invierno y apenas un 13% al que le gusta más el otoño.
Por supuesto, como buena inviernista tengo mis favoritos, cosas con las que quizás aquellos que no lo pasan bien en esta temporada se puedan entusiasmar y, quién sabe, quizás terminen por disfrutarla.
1. Flojear el fin de semana sin culpas. Soy de las personas que pone el reloj el fin de semana para aprovechar el día. Sobre todo si afuera hay un sol radiante, encuentro terrible desperdiciarlo quedándose en casa. En invierno, en cambio, los días muy nublados o con lluvia, hacen que quiera quedarme flojeando en la casa todo el día con pijama, o ver series y películas acostada en mi cama, tapada hasta las orejas, sin culpas.
2. Bebidas calientes que no se toman el resto del año. El vino navegado es una magnífica creación que agradezco cada invierno. Para mí, el verano está reservado para la sangría y el invierno para el navegado, con naranja, canela (símbolo internacional de lo calientito y el invierno), clavo de olor. Una delicia. Otro infaltable es el chocolate caliente, preparado como me enseñó mi abueli: cacao en polvo (amargo, no dulce), leche, cascarita de naranja, canela, clavo de olor y endulzar a gusto. Se dejar hervir, se espera unos segundos y se corta. ¡Listo!
3. Salir a correr en cualquier horario. Me gusta correr, sobre todo en las tardes. En el verano tengo que madrugar para salir a correr y evitar al máximo las altas temperaturas. En esta época me permito salir más tarde, y si me da flojera soy feliz saliendo a correr a las 4 ó 5 de la tarde, cuando aún no hace demasiado frío ni está oscuro.
4. Las sopaipillas pasadas. En mi familia hay una tradición: para la primera lluvia del año, mi abuela despliega todo su talento culinario y prepara sopaipillas secas y pasadas. Como buena nieta, para mí no hay mejores sopaipillas que las suyas. En esta época, generosa en zapallos, mi abuela las prepara para tomar once el fin de semana o celebraciones familiares varias, siendo siempre un buen momento para comerlas.
5. Más sexo. Me carga el sexo en días demasiado calurosos. No soy de las que disfruta quedar toda transpirada y dejar las sábanas sopeadas, no es mi estilo. Acostarse más temprano en la semana, regalonear, una cosa lleva a la otra, en fin. Rico.
6. Cocinar más. El horno, la cocina encendida, son una buena forma de calentar el cuerpo en el invierno. Además que hay un montón de productos increíbles para aprovechar durante esta temporada, así que sin dudas es un buen momento para entrenar al master chef que llevamos dentro.
7. El aire limpio después de la lluvia. Santiago es un asco, no es un misterio. Ver a diario la nube de esmog que respiramos no es agradable. Pero cuando llueve es otra cosa: al día siguiente todo se ve nítido y el aire es una delicia (aunque tristemente dura muy poco así). Como no tengo la fortuna de vivir en una ciudad donde la contaminación no sea tema, estas horas de aire limpio me hacen muy feliz.
Foto: David Mao en Unsplash.
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Yo encuentro que en verano se tiene más sexo, andar con menos ropa y cagados de calor, más todo lo que implica esos meses, da para que haya más ganas.
En el tena dd la cocina, yo cocino igual no más. Cono intento alimentarme lo más sano y ordenado posible, es sagrado planificar y cocinar todo el año.
Yo amo el invierno porque me da nostalgia, y creo que me encanta sentir eso. Creo necesito esa porción de días grises y helados en mi vida. Amo también todo lo que implica ds frío, los abrigos, los vestidos de invierno y las botas! Lejos la mejor estación del año, para mí, donde puedo jugar con la rooa. También me gusta el poder acurrucarme en la cama tranquila, con el frío controlado.
yo también amo el look de invierno. Los abrigos, pañuelos, botas, me gusta toda la ropa de invierno!
Me encanta también el chocolate caliente, las estufas, los guateros, quedarse acostada hasta tarde tapada hasta los ojos…..aahhh y me encanta no transpirar!!