Olivia Munn: genia

por Paty Leiva

Olivia Munn es hija de madre china y padre alemán. Es morena, tiene ojos rasgados y pecas, puede transmitir una imagen súper hot divertida o súper rígida y distante. La primera vez que la vi fue en el papel de Momo en No sé cómo ella lo hace, de Sarah Jessica Parker y me llamó mucho la atención.

Escribió un libro que se es el comienzo de una serie de ensayos bajo el título de “Suck It, Wonder Woman!: The Misadventures of a Hollywood Geek” dedicado a “todos los que alguna vez fueron malos conmigo. Desde miembros de la familia a niñas del colegio hasta pololos que me gorrearon… Gracias por haber sido unos imbéciles! No tendría un libro si no fuera por ustedes!“; ha participado en varios programas gringos como The Daily Show (como corresponsal), Perfect Couples (que fue cancelada) y co-animó Attack of the Show!, que aborda temas sobre tecnología, videojuegos y cultura pop (donde se disfrazó de infinidad de personajes); películas como Ironman 2, Date Night y Baby Makers entre otras.

Conversar sobre la vagina, sexo oral, y contar anécdotas como “la primera vez que William Shatner me vio, dijo, si ella fuera una escort, sería una muy cara” son temas de lo más comunes en sus entrevistas. Vi varias de sus presentaciones como invitada a talkshows como The Late Show con Letterman y Late Late Show de Craig Ferguson y mi favorito fue el de Ellen, donde entró gritando declarándose abiertamente fan, y despachándose un par de buenas tallas como “hablemos de nosotras y nuestra amistad” cuando Ellen quería hablar sobre el estreno de Magic Mike, ó respondiendo “no voy a cambiar, soy nueva rica” cuando Ellen la felicitó por no hacerse la cool y demostrar lo emocionada que estaba.

A los 32 años ha modelado, actuado en cine y televisión, escrito un libro, posado para PETA por causas nobles como la protección de los elefantes de circo y contra las pieles y para portadas de Men’s Health y Maxim, estudió periodismo con mención en japonés y artes dramáticas, y ahora está en The Newsroom y en Magic Mike, o sea, donde las papas queman.