por Cristóbal Carrasco
Han pasado casi tres años desde que Arcade Fire lanzó The Suburbs. En esos tres años las dimensiones del disco siguen ampliándose. Era, hace tres años, un disco sobre una generación, pero ahora puede ser un disco de desesperanza, de desamor, de derrotas que se parecen a una pertenencia. También es un disco de rabia. Month of May funciona como eso, finalmente, como si un grupo de gente se parara sobre un escenario y dijera “dejen de quejarse, miren cómo lo estamos haciendo”. Y así, en su amplitud, The Suburbs contiene ciertos detalles que lo hacen perfecto, incluso en sus errores.
No sé si pasa lo mismo con Reflektor. Tiene, por supuesto, momentos muy buenos. Quizás el comienzo de Afterlife sea ese momento muy bueno, y la fuerza de Joan of Arc se parece a ese derroche de energía de Month of May. Quizás hay más diversión en Here comes the night time, pero no llega a ser The Suburbs. Y eso no tiene por qué ser una crítica, básicamente porque no se trata de alcanzar discos como si una montaña llegase a ser más alta que otra.
No es, por supuesto, el objetivo de un disco ser mejor que el anterior, sino ser un disco de alguien que lo ha hecho para que otros lo escuchen, pero sí produce algo de extrañeza saber que si hubieran venido el 2011 a presentar The Suburbs habría sido mejor, al menos para mí.
No sé, finalmente, si la gente prefiere Reflektor a The Suburbs, y por eso pregunto. ¿Los prefieren ahora o en la época de The Suburbs?
Es complicado porque los discos crecen en uno con los años y también tiene que ver con el momento que uno está viviendo cuando se obsesiona con ellos. Me marcó más The Suburbs y Funeral pero después de seguirlos por tantos años me basta con que vengan.
Reflektor no me mató, the suburbs me encantó
Por lo menos en el setlist en vivo igual son las menos las del Reflektor, y las que están, son las más pasables, pero siguen predominando las del Suburbs y Funeral, aún en plena gira Reflektor, y eso cuenta el cuento al final del día. Para mi, Reflektor es un disco mediocre (para el estandar de la banda al menos), es un disco sin alma, fallidamente pretencioso en su experimentación y carente de identidad como resultado (o bueno, una identidad bastante amorfa). Lo digo siendo un fan acerrimo de Arcade Fire.
Aún así, acabo de volver del Lollapalooza y fue probablemente el mejor concierto de mi vida. Precisamente por los clásicos, que fueron casi todos.
Yo creo que es Reflektor versus los 3 primeros discos. Es difícil opinar de este. porque se aleja totalmente del estilo de los anteriores, es más pretencioso. Tiene grandes momentos, pero, aún no me llega al alma como los otros. Verlos ayer fué sumamente emocionante y algo que no olvidaré.
En respuesta a la pregunta. The suburbs. lo puedo escuchar de principio a fin una y otra vez y cada vez me encanta.