Vacío temporal Carla Vargas

Carla Vargas, autora de Vacío temporal: “Siempre he querido estar zen”

Vacío temporal es la novedad de agosto de Los Libros de la Mujer Rota y la primera novela de Carla Vargas. Tiene 25 años, una voz suave y letras intensas.

Carla Vargas, autora de Vacío temporal: “Siempre he querido estar zen” 1Por Belén Leyton
Vacío temporal es la novedad de agosto de Los Libros de la Mujer Rota y la primera novela de Carla Vargas. Tiene 25 años, una voz suave y letras intensas. Nació en Rancagua y en el 2013 se fue a la capital a estudiar periodismo en la Universidad de Chile. Ahora está pasando la pandemia en la casa de sus padres en Machalí, viendo series malas de Netflix para pasar el rato.

“Siempre me ha gustado escribir: un diario, ensayos, mis opiniones, cualquier cosa, incluso en notas en mi celular o a mano en mi cuaderno. Algunos textos de la novela los escribí primero a mano”, cuenta. Hace dos años participó en un taller literario con Claudia Apablaza, donde comenzó esta aventura “sobre una chica que viaja a hacer una especie de retiro, alejándose de Santiago y sus adicciones”.

¿Por qué quisiste escribir esta historia?

Parte de mi propio deseo de retiro y dejar el alcohol y todas esas cosas. Cuando empecé a escribir la novela había dejado de tomar y siempre he querido dejarlo, pero nunca he podido. Y quería vivir un tiempo en la tranquilidad de Machalí. Me pareció que podía salir algo lindo. Siempre he querido estar zen, en el libro puse un poco de eso.

¿En qué más se parece a ti la protagonista?

Ya no sé si tanto, pero antes en la inestabilidad, esa falta de equilibrio. Va de un extremo a otro. Se siente horrible porque no puede ser zen, pero también se siente horrible por estar preocupada por su cara y su pelo. También en su incomodidad y malestar frente a sus encuentros sexuales y amorosos con hombres. Puse un poco de mí e historias de otras amigas. Me identifico con la búsqueda de paz y tranquilidad.

No tiene nombre, ¿por qué?

Desde el comienzo pensé que no tuviera nombre. Y esta protagonista toma partes de distintas situaciones y mujeres, hay historias reales que metí en ese mundo de ficción. Al final, ya no sabía cómo nombrarla.
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Evasión y propósitos

“Cuando salí de la universidad empecé a hacer lo que realmente me gustaba, como escribir, sacar fotos, inventarme cosas para trabajar”, sostiene. A los personajes de Vacío temporal no les gustan sus trabajos y casi todo transcurre cuando están de fiesta.

La protagonista tiene harta experiencia en drogas, ¿es tu ambiente Bellavista y salir de fiesta?

Sí, pero tampoco tanto. En mis años de universidad era más. Me cargaba ir a clases y no sabía qué hacer con mi vida, pero tampoco me lo preguntaba tanto. Mi prioridad era el carrete, no estudiaba, no iba a clases. Ahora, al igual que la protagonista de la novela, estoy buscando huir un poco de eso.

Conozco hartas drogas, pero soy miedosa. Con la marihuana me siento pésimo, me da ansiedad, ganas de morirme. Cuando era universitaria fumaba mucha marihuana y siempre me sentía mal, pero seguía fumando, no sé por qué. Hasta que un día la dejé para siempre. Entonces, como me pasa eso con la marihuana, me da miedo ir probando otras cosas.

Con un amigo tiene un emprendimiento que se puede calificar de curioso: “Hacemos trabajos, ensayos, traducciones, resúmenes o lo que sea a estudiantes. Lo empezamos hace como dos años y la idea es hacerlo más serio. Ahora compramos un dominio web”.

¿Por qué empezaron este negocio?

Estábamos chatos de buscar trabajo y no queríamos una pega estable con horario de oficina. Una vez un amigo me pidió que le hiciera un trabajo. Y pensamos: “Deberíamos cobrar por hacer esto”.

Mucha gente nos ha dicho que es poco ético, pero no creo que por hacerle un trabajo a alguien significa que no va a aprender de la carrera o va a pagar todo. Nadie paga todo. Es para alivianar carga y a veces son trabajos que no sirven de nada. Habría que entrar a cuestionar el sistema educativo…

Carla nunca habría pagado para que le hicieran los trabajos universitarios: “Me daba lo mismo no entregar y que me fuera mal. No me importaba tanto como para pagar por eso”.

¿Por qué entraste a estudiar periodismo?

Cuando iba en el colegio me gustaba leer y escribir y quería entrar a una carrera humanista. Entré porque no sabía qué estudiar. Pero no habría estudiado otra cosa, igual me sirve para lo que quiero hacer de mi vida.

Lo que no me gusta es el contexto de estar en una sala de clases, con compañeros, un profesor. Me da lata. Y más que por cuestionar ese sistema es porque a mí nunca me ha gustado. No me puedo concentrar, me da ansiedad tener compañeros. No me encuentro cómoda.

Quiero ser escritora

Al igual que la protagonista de la novela, le gusta la literatura contemporánea como Amélie Nothomb, Susan Sontag y Haruki Murakami. “Los que más me han marcado son los textos que escriben los autores sobre su propia escritura como De qué hablo cuando hablo de escribir de Murakami o Mientras escribo de Stephen King”, asegura. También ha recitado poemas de Emily Dickinson para la página Mar y Cerro.

Pero en estas últimas dos semanas no ha leído nada: “He estado con todo lo del libro y no he tenido ganas de leer. Y por lo general trato de tener disciplina: todos los días leer y escribir tantas páginas. Pero en estas últimas semanas me he relajado, no me puedo concentrar en eso”.

¿Estás nerviosa de la recepción de la gente?

Estaba muy tranquila y pensaba que iba a ser así siempre, pero desde que se empezó a anunciar en redes que estoy muy nerviosa. No sé si me preocupa tanto lo que diga la gente, pero sí la exposición de publicar una obra, dar entrevistas y que se publiquen, que hablen de mí y de mi novela. Me da un poco de ansiedad.

¿Has hablado con Claudia Apablaza sobre eso?

Le dije que estaba nerviosa por la reacción de mi familia. Qué van a pensar mis papás cuando lean el libro. Al estar en primera persona es inevitable creer que es la vida de la autora, que es la protagonista. Mis papás van a leer el libro y me van a imaginar a mí. No quiero que se preocupen y sufran.

¿Qué esperas de la publicación de este libro?

Seguir publicando y trabajando en mi escritura. No parar de escribir. Espero que la novela tenga buena recepción, lo típico, que le vaya bien, que ojalá no tenga mala crítica, que le guste a la gente.