por Kim Brierley
Nos conocimos a los 14 años, en el colegio. Tengo la impresión de que en un par de semanas ya sentíamos que seríamos grandes amigas. Hoy, 23 años después, ambas sabemos que hemos sido mejores amigas desde entonces.
Sobre la amistad hay muchos estudios y teorías, algunos postulan que las personas con amistades profundas son más tolerantes al dolor, más sanos, más eficientes en el trabajo, más empáticos. Siento que hay grandes amistades que pasan en la vida y algunas se diluyen porque van cambiando las prioridades, por mudarse a otro lugar, etc. Más allá de los clichés y frases de amistad, en mi experiencia, las claves que me dan la certeza de que ésta es mi gran mejor amiga y uno de los grandes amores de mi vida son:
– Me ha ayudado a conocerme mejor: Durante nuestra adolescencia y ahora más creciditas me ha ayudado a visualizar aspectos claves de mi carácter, tanto buenos como malos y eso sin duda ha reforzado mi autoestima.
– Ha estado presente: cuando estamos juntas, ambas estamos conectadas con el momento y cuando la distancia nos separa, igual hemos estado presentes en los momentos claves de la vida manteniendo conversaciones abiertas, honestas y crudas en algunos casos. En mi caso, ha sido muy importante cuando me ha “monitoreado” durante un tiempo después de una situación difícil, llamándome solo para saber cómo estoy, como van las cosas y recordándome qué puertas tengo cerca para salir adelante, de esa manera vivimos los procesos juntas.
– Nos reímos mucho: Nos reímos de nosotros (y obvio, a veces, de otros también), de lo que nos pasa, de anécdotas antiquísimas y tallas internas, muy nuestras.
– Parejas: Hemos sido súper respetuosas del tiempo e intimidad con las respectivas parejas.
– Honestidad a toda prueba: Nos mostramos vulnerables, empoderadas, nos alegramos mutuamente por los éxitos y nos paramos el carro si es necesario.
– Equilibrio: como en toda buena dupla, una es más ansiosa, mas aventurera, más confiada en sí misma o arriesgada que la otra en diferentes etapas de la vida.
– Cuando compartimos tiempo juntas, me invade una sensación paz y entusiasmo.
Foto: Chad Madden en Unsplash.com
Quizás te interese leer sobre la nueva mejor amiga o tus mejores amigas (y lo que te demoras en saber quiénes son).
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Mis mejores amigas son mi vecina del lugar donde naci; amigas hace 40 años (nuestras madres se hicieron.mejores amigas embarazadas de nosotras), dos del colegio y con ellas son casi 30 años, y la que conocí última, la pololo de un amigo – ahora su esposa- hace 21 años.