Comparte tu historia con NIVEA

daniaguilera
por @patyleiva #MiHistoriaConNIVEA

No podría definir el momento exacto en que conocí la crema NIVEA. Para mí, ha estado siempre en la casa de mis papás en la clásica versión de la latita que nos ponían desde chicos después del baño y de la piscina, la única que mi papá ocupa y a la que atribuyo en gran parte el que se vea 20 años más joven. Ahora en mi propio hogar se mantiene presente en su latita en distintos tamaños, especialmente en el más pequeñito porque cabe en la cartera y siempre es útil tenerla a mano.

Este mes celebramos #MiHistoriaConNIVEA y gracias a las redes sociales conocimos la de Dani Aguilera, que nos emocionó tanto que queremos compartirla con ustedes junto con invitarlas a compartir su propia historia y ganar un premio de un año de NIVEA participando con su comentario en este post. ¡Suerte! ¡Y gracias por compartir!

“Mi gordo tiene un chonguito. Es cortito, suave y apretable. Creo que de todo su cuerpo, lo que más disfruto de besuquear es su chonguito. Nació hace poco más de un año con una malformación congénita en su antebrazo izquierdo y hoy, ese chonguito es por lejos mi más grande amor.

A los nueve meses, mi gordo recibió su primera prótesis, su mano de superhéroe. Es una manito como de maniquí fabricada por la Teletón, no muy funcional para tomar objetos pero sí para que su postura sea la adecuada y su cerebro se acostumbre a que hay dos extremidades del mismo largo.

El lado lindo de la mano de superhéroe: la ayuda que significa y la libertad que, de cierta forma, le entrega para elegir el día de mañana si quiere o no usarla. El lado feo: mi chonguito precioso queda oculto detrás de un cono plástico…o sea, no lo puedo besuquear, ni le puedo hacer el cariño que me gusta.

Una de las noches en las que le sacaba la mano de superhéroe, me encontré con su chonguito rojo, tenía unas especies de escaras, muy irritados. Le mandé altiro una foto de la lesión a la terapeuta ocupacional que nos atiende en la Teletón y me agendó una hora de urgencia con la fisiatra.

En la Teletón nos esperaban dos fisiatras, nuestra terapeuta y don Rafa, el protesista histórico de la Fundación. Al revisarlo, don Rafa desapareció con la prótesis, mientras el grupo de profesionales examinaban sus lesiones. Cuál fue mi sorpresa al escuchar la recomendación de la fisiatra: Daniela, esto se cura con crema NIVEA, la del tarrito azul de toda la vida. Tiene urea, cicatriza y es liviana. Todos los días, en la mañana y en la noche y estamos. Hidrata y regenera su piel, deja su chonguito libre de heridas y listo para ser besuqueado por la catete de su madre cada noche… Gracias Nivea por existir!!!”