Discos 2011, una selección en agosto

por Nico Castro* (conductor de El Gran Escape en Radio Horizonte)

Una de las mejores cosas que tiene la música es hacer listas. Y lo que más me gusta de ellas es lo subjetivas que son, por eso es muy difícil que existan dos iguales. Menos todavía cuando cada vez existe más oferta y mejor acceso a una cantidad inimaginable de discos o canciones. Cuando la directora de este blog me pidió que hiciera una con mis lanzamientos favoritos en lo que va del año, la hice pensando en ofrecer una guía muy personal antes que de cabecearme buscando la verdad absoluta, porque afortunadamente tal cosa no existe. Éstos son los discos que no han parado de sonar este año en mi reproductor de turno, para distintos estados de ánimo y momentos del día. Si no les cambian la vida, espero que al menos les hagan pasar un buen rato. El orden es alfabético y en ningún caso de preferencia.

Bon Iver – Bon Iver
Hace tres años, Bon Iver nos conquistó con una historia igual de potente que su música: la banda era el proyecto de Justin Vernon, un tipo que se fue a una cabaña perdida a hacer música de manera rústica como la última salvación frente a la bancarrota, el quiebre de su banda y también de su relación sentimental. Hoy es casi una súperestrella del folk y el sonido de su regreso es mucho más limpio y producido, pero no por eso menos emocionante. 
(Calgary)

Cults – Cults
Cults es un dúo neoyorquino hombre-mujer que, aburridos de sus estudios de cine, encontraron en la música una oportunidad de expresar eso que no les dejaban hacer en la universidad. Siguiendo la línea de los grupos femeninos producidos por Phil Spector en los ’60, lograron un disco debut lleno de canciones ideales para parar esas tardes en las que no te dan ganas de hacer nada.
(Go Outside)

Cut Copy – Zonoscope
A estas alturas, los australianos Cut Copy bien podrían obtener la nacionalidad chilena por gracia. Este año tuvimos la posibilidad de verlos antes y después de sacar este disco, el tercero de su carrera, que confirmó su tanto su madurez como su habilidad innata para hacer canciones que te pueden hacer bailar, emocionarte o simplemente tararear sin parar. 
(Where I’m Going)

Fleet Foxes – Helplessness Blues
Este invierno ha sido cruelmente frío, pero eso da lo mismo cuando tienes armas para hacerlo más vivible. Si pensaste que Fleet Foxes era otra banda más de barbones con un buen disco, el segundo llegó justo a tiempo para demostrarte que lo suyo va en serio y que podemos estar frente a algo realmente importante. Deben haber pocos que hoy en día logren igualar su capacidad de armonizar con la voz como lo hacen ellos.
(Grown Ocean)

Holy Ghost! – Holy Ghost!
Otro dúo neoyorquino en la lista, pero de una naturaleza muy distinta a Cults. Fanáticos de la música disco y de la música producida por Quincy Jones, Holy Ghost! puede haber sacado el mejor disco pop del año que no será reconocido por las listas de pop, principalmente porque suenan como lo hacía el género cuando no era tan maqueteado. Una pasada puede ser suficiente para provocar adicción.
(Wait & See)

James Blake – James Blake
Hay discos para escuchar de fondo y otros que demandan toda tu atención para aprovecharlos como se merecen. En esta última categoría está el debut del joven inglés James Blake, uno de los nombres llamados a renovar la música electrónica “no bailable”. Difícilmente encuentres uno este año que te haga sentir tan solo y acompañado a la vez.
(Limit to Your Love)

Kurt Vile – Smoke Ring for My Halo
Un indiscutido favorito personal. Con apenas 30 años, el estadounidense Kurt Vile tiene cuatro discos que han hecho que enormes cantautores se rindan a sus pies. Imagínate cómo sería que Tom Petty o Bruce Springsteen hubiesen hecho música en ácido y tendrás una idea aproximada de cómo suenan estas canciones.
(Jesus Fever)

PJ Harvey – Let England Shake
Son pocos los compositores que luego de dos décadas de carrera puedan darse el lujo de sacar uno de los mejores discos de su vida. La inglesa PJ Harvey pertenece a este selecto grupo, gracias a su autoimpuesta obligación por reinventar tanto su imagen como su sonido cada vez que entra en un estudio de grabación. Aquí logró un disco conceptual sobre la guerra, que puede ser perfectamente la banda sonora de las revueltas que ocurren por estos días en su país. O bien en cualquier otro.
(Let England Shake)

Smith Westerns – Dye It Blonde
Este cuarteto de Chicago tuvo una partida en falso con su debut. En el segundo, cambiaron de rumbo para tener como influencias primarias a David Bowie, T. Rex y el britpop, dándole el palo al gato con el sonido que más les acomoda. Ahí dentro está una de las canciones más pegajosas del año.
(Weekend)

Yuck – Yuck
Por estos días vivimos un revival omnipresente y oficial de la década de los ’90, con todo lo bueno y malo que ésta tuvo. Y no me refiero sólo a los resucitados tratando de reverdecer laureles, sino a los jóvenes que crecieron en esa época y hoy intentan rendirle un homenaje. Los debutantes ingleses Yuck son el equivalente al alumno que se sentó en primera fila y tomó nota mateamente de todo lo que había que hacer y lo que no, plasmándolo en un disco que se disfruta de principio a fin.
(Get Away)

Como elegir 10 fue muy difícil, entre las menciones honrosas están Metronomy, Washed Out, Beirut, Junior Boys, Tennis y Destroyer. Y lo mejor de todo es que la lista está muy difícil de cerrarse, teniendo en cuenta que vienen lanzamientos que personalmente espero como cabro chico, como Björk, the Rapture, Wilco o Clap Your Hands Say Yeah, entre otros. En diciembre seguimos.

*zancudo invitado
@granescape
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