por Ana Paula
Ayer finalmente logré tener un momento de descanso y con mi marido nos instalamos frente a la tele con un propósito claro: ver una comedia española.
Revisando los últimos lanzamientos de Netflix, nos encontramos con El Bar, la más reciente película de Alex de la Iglesia, con el elenco encabezado por un casi irreconocible Mario Casas y la guapa Blanca Suárez.
El Bar cuenta la historia de un pequeño local en el centro de Madrid, donde en una mañana se reúnen, por casualidad, un grupo de personas de lo más distintas: la dueña del local y su fiel empleado, la señora que va todos los días a probar suerte en un tragamonedas, el caballero que vive en la calle y va siempre a pedir un trago gratis, un chico hípster, un chica del “barrio alto” que anda perdida, un ex policía, entre otros.
Todos son testigos un asesinato y luego quedan atrapados en el lugar, sin poder salir.
De ahí en adelante lo que viene es un thriller lleno situaciones tragicómicas, exageradas, patéticas y tristes, que muestran cómo finalmente los seres humanos nos comportamos en situaciones límites, cuando el instinto a la supervivencia supera cualquier moral o ética. Tanto los personajes como la historia parecieran ser algo surreales, pero finalmente son la representación absurda de lo que vivimos día a día.
La película me atrapó, la dirección es rápida y ágil, y si bien algunas situaciones fueron un tanto predecibles, aun así, me enganché con la historia.
Vale destacar la actuación de Jaime Ordóñez, para mí, el que conduce la película.
