El mayordomo: historia reciente de los derechos afroamericanos en Estados Unidos

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por Mariana y punto

Cuando fui a ver El mayordomo al festival de cine del Wikén me acuerdo que salí pelándola por lo gringa y cebolla que era desde la música con la que comenzaba. Pero de todas formas también valoraba la gran historia que contaba, y me parecía que era bueno que sobre todo gente más joven viera una película como ésta, para que se enteraran de hechos recientes que les pueden parecer increíbles habiendo nacido libres y en Occidente.

Pero cuando vi 12 Años de esclavitud me dio rabia que los premios pasaran por alto a El Mayordomo y me convertí en una fan de esta película de Lee Daniels. No sólo que porque Forest Whitaker mereciera más nominaciones que las de Chiwetel Ejiofor (las merecía por la impresionante transformación de su personaje, que a lo largo de la película vivía más de 50 años, y pasaba de una inocente juventud a una más rabiosa vejez), sino porque siendo igual de sentimentales y con temáticas similares, me parece que contaba una historia mucho más potente y representativa.

12 Años de esclavitud era la historia de un privilegiado que tuvo mala suerte, y prácticamente ignoraba las de aquellos que sí vivían en esclavitud durante toda su vida en esos años (en ese sentido mucho más valiosas que la película me parecen las declaraciones de su director Steve McQueen, que ha aprovechado la tremenda tribuna mundial de las premiaciones para recordarnos que hoy hay 21 millones de esclavos en distintos lugares del mundo). El mayordomo, en cambio, usa la historia de un personaje como un pretexto para contar la historia de una generación completa, a la cual le tocó pasar desde una discriminación absoluta y legal en la que los negros no podían ni comer en el mismo lugar que los blancos, hasta que Barack Obama fue elegido Presidente de Estados Unidos.

Hay gente que ha estado viva durante todo ese impresionante, doloroso y a la vez maravilloso proceso, así como también hay muchos que sufrieron y murieron para lograrlo, y El mayordomo se encarga de mostrar todo eso.

En vez de torturar al espectador con latigazos sin contexto, El mayordomo decide contar la gran historia, sin olvidarse tampoco de detalles ni sentimentalismos ni de las historias personales de sus protagonistas, porque saben que tienen todo el derecho a usar esos recursos (que tantas veces han utilizado, por ejemplo, los judíos) para contar y celebrar su lucha.

El mayordomo está en Netflix, la dirigió Lee Daniels (el mismo de Precious), y además del gran Forest Whitaker la protagonizan también Oprah, Lenny Kravitz, Jane Fonda, John Cusack, Cuba Gooding Jr. y hasta Mariah Carey.

3 Comments

  1. También encontré sensiblera esta película y la parte de JFK demasiado ensalzadora, pero me quedo con una parte que me hizo click: en un diálogo alguien dice que los revolucionarios no necesariamente son los contestatarios ni manifestantes callejeros, hay gente que puede serlo desde su trabajo, aunque éste sea silencioso y a primera vista modesto como el del mayordomo.

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