Disco de K-efe

El nuevo disco de K-efe se llama Sushi Venus y es poderoso y otaku

Por el primer disco de K-efe, hablamos con ella sobre ser bebé solista, mística y otaku, pero también es una defensora de la cultura chilena.

Disco de K-efe

Por Belén Leyton
El primer disco de K-efe, música y productora chilena, está inspirado en Venus, la diosa del amor y en la cultura japonesa. Se llama Sushi Venus, muy ad hoc.

Son ocho canciones entre el pop, R&B, hip hop y muchos sonidos urbanos. El mes pasado destacamos Samurai y antes habíamos hablado de Liquor, esta vez te aconsejo que escuches Sushi Venus y Respiración (mantra), siento que son muy identificativos de ese sonido extraño entre gangoso y rapeado que este disco de K-efe y un ritmo como hipnótico. También escucha todo el disco y dinos cuál es tu canción favorita.

La sequía de shows y vivir en el campo

Por si no la conoces, K-efe se llama Karin Hofmann y es parte de la dupla Sundaya junto al bajista Cristian Rozas. Hace un año se fue a vivir a un bosque cerca del volcán Villarrica: “Es una zona que amo mucho. Mis abuelos paternos eran de la región y todos mis veranos iba a Lican Ray… en realidad fui a trabajar en el verano del 2020, pero vino la pandemia y me quedé allá. Es hermoso el lugar y la energía del fuego del volcán hace que salgan cosas maravillosas”.

Volver o no depende de qué pasa en la próxima temporada de Chile y la pandemia. Le gusta vivir en la zona rural y viene todos los meses a Santiago.

Quiere retomar los shows en vivo: “La cultura no puede morir, los artistas somos parte importante de la salud mental y creo que con el encierro la gente ha tomado más conciencia de eso. Yo espero con ansias poder compartir en vivo con mi gente y sanar en conjunto con la medicina de la música todo este periodo tan difícil que nos ha tocado experimentar”.

Ahora sigue trabajando en su arte: “Siento mucho amor por lo que hago y eso se refleja en la música que está viniendo. Entonces, es la música la que encuentra a la gente que vibra similar a ella y se produce la unión. Es una entidad muy inteligente la música y yo confío en ella”.

Sushi Venus

El primer disco de K-efe

Primero sería un EP, pero la zona hizo florecer su creatividad y se convirtió en el primer disco de K-efe.

—¿Cómo llegaste a la diosa Venus?, ¿cuál es tu historia con ella?
—Quise hacer de este disco una ofrenda a la Diosa Venus y todo lo que representa. Quería hacer música bella, música para sentirse bien, para armonizar, canciones que levantaran el espíritu y que sirvieran para acompañar momentos tan personales como cocinar o ir a comprar. Entonces, pensé en que la energía del disco era femenina y poderosa, y tenía que ofrendarse a la Diosa del Amor, la Belleza y también el Deseo y la Fuerza.

Y ¿cuál es tu relación con la cultura japonesa? ¿Qué te gusta?
—Es un descubrimiento constante. Me gusta mucho la manera que tienen de contar historias: desde las Sailor Moon o Ranma 1/2, que veía cuando chica, hasta algunos manga que me ha mostrado mi hermano, como Berserk o Evangelion.

La estética japo también me cautiva, tienen una sensibilidad especial para expresar y para comunicar. El zazen, el camino espiritual de las artes marciales, las figuras del Samurai o las geishas son fascinantes. En general, creo que es súper enriquecedor aprender de otras culturas con respeto y humildad, sobre todo para el artista, conectarnos con otras formas de ver la vida nos expande la visión y nos inspira a crear desde una mirada más amplia y más inclusiva.

—¿Cuáles son tus referentes para este disco?
—Referentes musicales tengo muchísimos. Me inspiran mucho las voces femeninas de antaño como Erykah Badu, Lauryn Hill, Billie Holiday y tantas más. También me inspiran mucho los sonidos en general, la naturaleza sobre todo pero también se pueden encontrar arreglos como la voz de Homero Simpson en Kush en Tokio o el miau de mi gata con autotune en Samurai.

Intento abrirme puertas al crear, no me limito a nada y no trato de parecerme a nada tampoco. Si hay similitudes es solo coincidencia o una influencia muy internalizada que aflora naturalmente. Siento que la música es libertad y me gusta respetar eso tan sagrado en una sociedad llena de reglas. Solo soy un mensajero: si alguien siente ese perfume de libertad cuando me escucha, entonces mi misión esta cumplida.

—¿Por qué elegiste este orden para las canciones?
—Tengo una pizarra en mi ducha donde anoto ideas y tengo 2 set list diferentes al de Spotify. Además, la versión física que saldrá pronto tiene otro orden jajaja. Pensé mucho en eso porque quería dar una experiencia completa a quien escuchara el disco entero, sobre todo si lo estaban escuchando con atención o con audífonos.

Finalmente el orden que quedó me gustó porque propone un viaje sonoro muy interesante, pero también cada pieza cuenta una historia por sí sola. Cada canción evoca una emoción y como sea que te sientas hoy día, hay algo para ti en el disco.

K-efe

Ser productora y mujer

—¿Te gusta ese control de ser productora de tu música?
—Sí, muchísimo, pero también agobia un poco. Es una katana de doble filo. Cuando empecé con mi proyecto solista me sentía muy emocionada de poder tomar las decisiones yo sola y con la rapidez y autonomía que eso entrega. Porque cuando estás en una banda cada decisión tiene un proceso de consenso que quizás hace que el resultado sea mejor porque hay más cabezas pensantes, pero es mucho más lento todo.

Entonces, cómo bebé solista sentí mucha libertad de avanzar a mi ritmo también, pero a veces eso es medio abrumador. He aprendido mucho en mi viaje como productora. Así como un arte marcial he aprendido a esperar, a consultar, a escuchar opiniones diferentes y también a saber zanjar y tomar decisiones con seguridad de mi visión, aunque nadie más la vea en un comienzo.

Componer y producir es un ejercicio constante de salirse del ego del artista y buscar lo mejor para un espacio sonoro: a veces hay que dejar fuera partes, que como compositora me gustaban pero no tenían coherencia con el todo y hay otras veces que debo escuchar a mi cora y dejar de lado toda racionalidad productora: dejar que todo fluya no más. Es un arte marcial.

—¿Es tema para ti trabajar con otras mujeres?
—Amo trabajar con mujeres, amo el arte hecho por mujeres. Hay algo que flota en el aire cuando escuchas música hecha por una mujer, no se qué es pero es como un hechizo sonoro, un canto de sirena o un fuego envolvente… algo se despliega desde nuestro ADN cuando hacemos arte. Quizás son todas las mujeres de nuestro árbol genealógico cantando y celebrando, por fin una nieta de la tribu tuvo la voz y el espacio para hacer lo que muchas no pudieron.

Puedes escuchar el disco de K-efe en Spotify y seguirla en Instagram: @k_efe.