FICValdivia 2018: películas, horarios y abonos

Esta semana ya se publicaron todas las películas que se exhibirán en el FICValdivia 2018, por lo que ya hice mi primera revisión del catálogo online para identificar tincadas e imperdibles personales para ver.

FICValdivia 2018: películas, horarios y abonos 1
por Mariana y punto
Si hay algo que me mantiene las ganas de vivir después de una semana de vacaciones dieciocheras, es que falta muy poco para el FICValdivia 2018, la versión 25 de mi festival favorito y del paseo anual imperdible con amigas para ver muchas películas, tomar cervezas, comer crudos y caminar con vista al Calle-Calle.

Esta semana ya se publicaron todas las películas que se exhibirán y sus horarios, por lo que ya hice mi primera revisión del catálogo online para identificar tincadas e imperdibles personales para ver.

Como esta es la versión 25 del festival, uno de los primeros anuncios de programación fue que habrá una revisión de películas esenciales de cine chileno; de eso, lo que me llamó especialmente la atención fue que se exhibirán cortometrajes de los inicios de las carreras de directores fundamentales de nuestra historia, algo difícil de encontrar y de poder ver en pantalla grande, y de los que acá seleccioné mis favoritos (casi todos).

Inicios del novísimo:
“Reunión de familia” de Andrés Wood (1994)
“Gallo de pelea” de Alicia Scherson (1996, casi diez años antes de su primer largometraje “Play”)
“Se arreglan fotos” de Matías Bize (1998, cinco años antes del estreno de “Sábado”)
“El cielo y la tierra son tan viejos como yo y las 10 mil cosas son una sola” de Fernando Lavanderos (1998, cuatro años antes del estreno de su largometraje “Y las vacas vuelan”)

Mujeres a la vanguardia:
“Desde siempre” de Marialy Rivas (1997, tres años antes del estreno del primer corto que le conocí, “Blokes”)
“La ducha” de Pepa San Martín (2010, seis años antes de “Rara”)
“San Juan, la noche más larga” de Claudia Huaiquimilla (2012, cuatro años antes del estreno de la brillante “Mala junta”)

Lo humano y lo divino:
“El tesoro de los caracoles” de Cristián Jiménez (2004, cinco años antes que “Ilusiones ópticas”)
“Lo que trae la lluvia” de Alejandro Fernández Almendras (2007, dos años antes de “Huacho”)
“El monte de Gabriel” de Christopher Murray (2010)

Experimentales:
“Obreras saliendo de la fábrica” de José Luis Torres Leiva (2005, tres años antes de “El cielo, la tierra y la lluvia”, una de las preciosas películas con que lo conocí)

Infancia y adolescencia:
“Los trapecistas” de Maite Alberdi (2006, cinco años antes de “El salvavidas”)
“Cessna” de Dominga Sotomayor (2006, seis años antes del estreno de “De jueves a domingo”)
“Las bicicletas” de Sebastián Brahm (2005, seis años antes de “El circuito de Román”)

Además de estas rarezas, también hay algunos estrenos que me interesaron especialmente del FICValdivia 2018:
“Sobre cosas que me han pasado” de José Luis Torres Leiva, cortometraje de 15 minutos, basado en el libro de Marcelo Matthey y protagonizado por Claudio Riveros, un actor que me encanta.

“Familia sumergida” de María Alché, el primer largometraje de esta argentina a la que conocí como actriz de “La niña santa” de Lucrecia Martel y que fue una de las directoras invitadas del FICValdivia pasado, donde se exhibieron sus cortometrajes que me sorprendieron y divirtieron muchísimo.

“Monstruo” de Lucas Quintana, un joven al que conocí por mi amiga Andrea Cordones, que presentará esta película que sigue a Fabrizio Copano mientras preparaba su rutina para el Festival de Viña.

“La casa lobo”, película animada de los chilenos Cristóbal León y Joaquín Cociña, parte de la selección oficial de largometraje internacional.

“Amiko” de Yoko Yamanaka, de la nueva competencia de largometraje juvenil internacional que se inaugura este año en el festival.

Como siempre, la recomendación es comprar el abono al festival, con el que se puede entrar a todas las películas (basta llegar unos 20 minutos antes a las funciones, sobre todo cuando son horarios más apetecidos) y también da descuentos a algunas fiestas y comercio asociado. El abono cuesta 18 mil pesos general, 10 mil estudiantes, y los mayores de 60 años pueden acreditarse gratis. Acá pueden revisar el detalle de cómo y dónde abonarse online o presencialmente cuando lleguen al festival.