Invitado: Andrés Lagos

Andrés Lagos | Diseñador, Fotógrafo

1. Cuál es tu lugar preferido de la ciudad en que vives?
Santiago completo después de que llueve… cuando se limpia el aire y se ve la cordillera es una ciudad increíble

2. La película que más veces has visto?
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos… muchas veces

3. Describe un día normal para ti.
Estoy hace un mes de vuelta en Santiago después de un año paseando por Sudamérica… por eso un día normal ahora es un día medio raro. Organizando proyectos, reencontrando a la gente, sintiendo la extraña sensación de despertar siempre en el mismo lugar…
Normal sigue siendo conversar con mis amigos cada día y tratar de estar tranquilo para estar feliz y desde ahí organizar el día a día.

4. Cuál es tu mejor manera de perder tiempo?
Un partido de fútbol en la tele donde no tengo idea quien es quien… siempre es una buena excusa para dejarse dormir. El partido no interesa mucho la verdad.

5. Cuál hubiera sido tu oficio ideal pero imposible?
Chinchinero… espectacular.
Imposible o ideal, no sé, pero fue algo que siempre me gustó y nunca hice.

6. Cuando haces zapping en la tele, en qué canal terminas cayendo siempre?
Prefiero prender la tele para ver una película. Pero si me pillo haciendo zapping es ninguno, todos y cualquiera. Después de un rato igual me aburro y se acaba la tele.

7. Cuéntanos una manía insoportable que tengas.
No es una manía voluntaria, pero a veces pareciera que lo hago a propósito. Soy un experto volcador y botador de vasos, ceniceros y cosas que la idea es no botarlas ni volcarlas.

8. Cuál fue el último disco que compraste y la última canción que bajaste de Internet?
No compro discos hace tanto tiempo y tampoco he bajado, pero siempre estoy metiendo la nariz en lo nuevo que tienen mis amigos. Lo último que pasé a mis discos fue LOVAGE, “Music to make love to your old lady by”… Buenísimo. Y “La Lengua Popular” de Andrés Calamaro fue de las últimas cosas que me tuvieron pegado.

9. Cuál ha sido tu mejor y tu peor cumpleaños, por qué?
Cumplo en enero así que desde siempre me acostumbré a que los cumpleaños fueran con poca gente y sin mucha bulla. No tengo sensación de extrema alegría o de frustración demasiado grande para un cumpleaños.

10. Cuál fue el primer libro que no pudiste soltar?
El Perfume de Patrick Süskind y lo agarré grandote ya.

***BONUS TRACKS

11. ¿Qué lugar de Sudamérica, luego de viajar un año por el continente, es el que más te sorprendió?
Antes de responder puntualmente me gustaría recalcar que Sudamérica completa es hermosa. Vale la pena quedarse en el vecindario para conocer gente, lugares, culturas, idiosincrasias, sueños, gustos, comidas, música, tradiciones… vale la pena saber que estamos llenos de paisajes maravillosos y de gente buena.
Cada lugar tuvo algo sorprendente, creo que viajar solo tiene eso. No es posible caer en rutina ni pasar por alto los lugares que se visitan, porque hay que salir, hay que comprar, hay que comer, hay que dormir en alguna parte, hay que buscar, hay que preguntar y conversar con la gente para no morir de soledad.
Y para contestar la pregunta, me quedo con Colombia entero. Ese país fue una sorpresa increíble… la gente es la más amigable que conocí, los paisajes son espectaculares, el clima es perfecto, las playas son un paraíso, la sierra es hermosísima, la comida es muy rica, la música se siente viva en cada rincón.
Antes de cruzar la frontera no tenía más datos que lo que siempre nos han contado por televisión y era inevitable sentirme un poco inseguro, pero desde que puse un pie en ese país cambió mi percepción. Es muy lindo ir derribando mitos a medida q se avanza e ir cambiándolos drásticamente por imágenes de fraternidad y cordialidad. Creo que sería una muy grata sorpresa para todos.
Otro lugar que no puedo dejar de mencionar es la Isla del Sol en Bolivia… algo tiene aparte de una vista maravillosa y unos paisajes espectaculares. Es mágica, hay una energía en el aire que la hace única. A mi me regaló 2 amaneceres inolvidables y un sueño increíblemente cargado de emotividad una de las noches que estuve ahí.

12. ¿Qué foto que sacaste de tu viaje es la que podría reflejar mejor la sensación de todos esos días?
No hay “una” foto que pueda reflejar la sensación del viaje, pero si están las fotos que saqué a muchos niños en diferentes lugares que hablan de lo que fue estar paseando por Sudamérica. Voy a tratar explicar la relación.
En general nunca conocía a nadie cuando llegaba a algún lugar y siempre terminé conociendo a alguien o habiendo compartido con alguien. En fotografías están los niños y cada una tiene una pequeña historia. Por naturaleza soy un poco tímido y cada foto de niños que tomé fue iniciativa de ellos… querían que los fotografiara, querían verse, conversaban, se reían, jugaban, se acercaban de la nada para compartir. Siempre amistosos.
Ese es un reflejo de la sensación que tuve viajando… te van a recibir como tú llegues, es como si se oliera; la buena onda atrae buena onda y si estás ajeno, desconfiado o con algún aire de superioridad te van a recibir de igual manera.
Fotografiar a niños que se paraban voluntariamente frente a la cámara y luego se despedían sonrientes tiene impregnada esa sensación de confianza y fraternidad que tuvo el año completo.

13. ¿Hay algo que, como fotógrafo, te haya obsesionado durante el viaje?
Jajajaja, la verdad es que la obsesión en si son las fotos… no paraba, fueron casi 15 mil fotos en un año. Algunas mejores y otras peores, pero no podía dejar de encuadrar la foto en cada cosa que veía. Mis fotos están marcadas por eso… es mi forma de mirar, es en lo que me detengo, no tienen un objetivo claro, pero si una línea.
Las texturas me encantan y por eso una de mis obsesiones eran puertas, ventanas, casas y edificios que dejaban ver su historia. No hablo de si el edificio era del año tal o si la casa la había construido no sé quien, hablo de la madera hinchada de tanta humedad, hablo de las capas y capas de pintura que dejaban al descubierto la cantidad de personas y veces que se había tratado de reparar algo, hablo de óxidos que mostraban el paso del tiempo, de cantos de puertas redondeados y lisos de tanto uso y trajín, de chapas fabricadas a mano, de candados eternos sin abrir, de columpios abandonados que en algún momento fueron alegría de los más chicos…

14. ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de viajar en moto?
La única desventaja fue preocuparme cada noche de que la moto estuviese en un lugar seguro para poder seguir avanzando al día siguiente.
Las ventajas son muchísimas. Es como hacerlo todo caminando. Tienes que estar atento a todo porque estás completamente expuesto y de esta forma es inevitable no ver cada cosa que hay a tu alrededor. Es alucinante la sensación de pertenecer al paisaje, al viento, a la lluvia, al calor, al frío, al barro… todo se siente, todo se te mete en el cuerpo, todo va condicionando que tan rápido vas o cuantas paradas o cuanto avanzas. No hay barreras que te aíslen de tu entorno.
Como nada era conocido para mi, viajé siempre con luz de día y eso aportaba a que los desplazamientos fueran todos muy especiales. Apreciar como iban cambiando los paisajes o como influyen alturas o humedades en la vegetación o en las construcciones es una ventaja comparativa al bus (por ejemplo) donde a uno lo que le importa es llegar. Aquí era distinto, no era llegar, era estar.
Otra cosa es que uno define sus ritmos, no estas dependiendo de la hora ni de si hay pasajes, dependes solo de tus ganas.
Un viaje en moto por lugares donde nunca habían visto una así me dio también muchas gratas sorpresas. Era vistosa, pero en ningún caso fue motivo para sentirme inseguro, al contrario, recibí alojamientos, almuerzos y ayuda espontánea por el solo hecho de llegar a un lugar con ella.

15. ¿Volverías a hacer un viaje así?
No es fácil estar siempre dejando todo para luego volver y empezar de nuevo. No es fácil ahorrar lo que hay que ahorrar para hacer algo como esto. Así que ahora estoy cambiando la forma, pero no el fondo. Estoy trabajando en el material que traje, para con eso, más la experiencia adquirida, golpear las puertas que sean necesarias para hacer de esto mi forma de ganarme la vida. No sé, trabajar para alguna revista de viajes o realizar proyectos de terceros que requieran de fotografías o internarme en la selva porque alguien quiere la foto de un ave X… ya veremos si es posible.

Algunas fotos de Andrés:

Canoa, Ecuador

Puno, Perú

Boicucanga, Brasil

Cartagena, Colombia

Máncora, Perú

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