Por @patyleiva
Javiera Paredes (@javichini_) es percusionista y licenciada en música, ha desempeñado la profesión como músico sesionista tocando en vivo junto a bandas y artistas nacionales e internacionales como Fernando Milagros, Los Sour Times y el mismísimo “El Puma” Rodríguez, entre otros; además de formar parte de orquestas de televisión como The Voice Chile, Teletón y el Festival del Huaso de Olmué.
Javiera estuvo presente en el Festival de Viña del Mar junto a Soledad Del Río, obteniendo el segundo lugar de la competencia folclórica.
Paralelamente ha trabajado como profesora y tallerista en colegios, universidades, centros educativos y recreativos; con alumnos particulares y esta semana comienza su primer taller con Fábrica Zancada Online, lo que nos tiene muy contentas y ansiosas. Le preguntamos todo lo que queremos saber de los fascinantes tambores y nos fuimos llenas de referencias y listas de canciones para escuchar.
¿Cómo supiste que querías dedicarte a la percusión?
Desde muy chica quise ser baterista, tocaba baterías imaginarias con cojines y cosas así, y pedí una varias navidades seguidas pero no se pudo, hasta que conseguí que compraran una en mi colegio y me quedaba tocando todas las tardes que podía.
Después un pololo me regaló un djembé y empecé a descubrir el tocar con las manos. Entré a estudiar antropología y en las vacaciones de verano tomé un taller de congas y aluciné con todo, ahí decidí cambiarme a la carrera de Percusión en la Escuela Moderna.
¿Qué sientes cuando tocas?
Uff pregunta difícil porque tocar me lleva a muchos estados distintos. Muchas veces es como una meditación activa, es como si mi cabeza a veces fuera a mil por hora dirigiendo mis manos y distribuyendo golpes y sonidos en un espacio casi como “matemático” donde siento que todo se puede calcular pero a la vez sucede sin pensarlo.
Entras como en un modo automático o de fluidez constante. A veces pensar lo arruina todo, pero claro que para llegar a eso hay que desarrollar una memoria corporal para poder interpretar lo que pasa por tu cabeza y eso es puro estudio y práctica.
Me encanta sentir el contacto de las manos con el parche al tocar y la exigencia física que implica, es como una energía adrenalínica que te prende y te relaja a la vez.
¿Cuál fue tu primera ídola baterista?
De chica veía que Lenny Kravitz tocaba con una mujer (Cindy Blackman) y la encontraba muy seca, pero desconocía más mujeres. Ya de grande cuando entré al mundo musical supe de Shelia E que tocaba con Prince, y en Cuba conocí a Yissi García, tremenda.
¿Qué música se escuchaba en tu casa cuando eras chica?
Mi mamá es bailarina y ponía mucha música, me quedaba pegadísima al parlante cuando ponía música africana o en general música en sus coreografías de danza moderna o contemporánea. Bueno y recuerdo escuchar a Peter Gabriel, Dead Can Dance, Silvio Rodríguez, Soda Stereo, etc. Y mi papá que era fanático de Sumo.
Recomiéndanos un par de canciones (o artistas) donde te alucine la batería o las percusiones.
Rallé un buen rato con el disco Black Radio de Robert Glasper Experiment, me alucinó el lenguaje del baterista (Chris Dave), sobretodo con la canción Why Do We Try.
Y en percusión lo que más me vuela la cabeza es escuchar música cubana, sobretodo rumba y timba, por ejemplo a Osain Del Monte, Yoruba Andabo, Los Van Van, Elito Revé y su Caharangón, Havana de Primera, Klimax, etc. En realidad toda la música que tiene raíz afro me encanta.
¿Recuerdas algún gesto reciente de solidaridad entre mujeres que hayas dado o recibido?
Haberle ofrecido a una amiga ir a buscarla y traerla conmigo a mi casa fuera de Santiago con sus perros incluidos, cuando me llamó angustiada porque se estaba separando y necesitaba irse de su casa lo antes posible. No dudé en hacer todo lo que fuera necesario con tal de apañarla.
View this post on Instagram
¿Cómo sería el escenario ideal para tu profesión en el Chile del futuro?
Que el oficio de músico y música sea valorado, respetado y considerado por la sociedad como un trabajo real que requiere de disciplina, responsabilidad y mucho esfuerzo, como cualquier otro. Que haya muchísima más presencia femenina en la industria.
Que el estado le otorgue al arte la relevancia que se merece para poder construir una sociedad integral y paritaria, que invierta en cultura, que los trabajadores y trabajadoras del arte y la música dejemos de vivir bajo condiciones de precariedad e informalidad laboral.
Ojalá que algún día tengamos una industria potente y que se democratice el acceso a la cultura, que la gente sienta que el arte, en todas sus expresiones, sea algo indispensable para la vida.
¿Qué aprenderemos en el taller de percusión?
Nociones básicas del concepto y lenguaje del ritmo, distintos instrumentos de percusión y géneros musicales, con una contextualización histórica y cultural, desde el rol de la mujer en el oficio. Puedes saber o no tocar instrumentos, no es excluyente para participar, sólo se necesitan ganas de usar las manos y de adentrarse en el universo de la percusión desde una experiencia femenina.
