por Paty Leiva
Debe ser el personaje más adorable de la cinta. Calladita pero persistente, linda y menuda como un suspiro. Janet Livermore (Bridget Fonda) muere por Cliff Poncier (Matt Dillon) –un músico que quiere destacar dentro del grunge de Seatle– que simplemente no la pesca. Cuando Janet pierde las esperanzas y decide dar un paso al costado, descansa. Y mientras aprovecha los rayitos de sol (lamentablemente sólo encontré algunos segundos de aquel momento) que, imagino serán escasos en su ciudad, se manda la siguente declaración:
“Siempre he sido capaz de hacer esto, romper con alguien y nunca mirar hacia atrás. Estar a solas: hay una cierta dignidad en ello.”
Y esa frase a mi me fascina. Cuando uno deja de sufrir aquella ansiedad (de esa dañina, no la rica del comienzo), logras en verdad descansar, y hasta la pena puede ser “disfrutada”, por decirlo de alguna manera. Mejor aún es cuando una acepta su estado (desamor, soledad, whatever), digna, hasta el fin.
Seca. Y hace tiempo que no veo esta película, creo que es hora de conseguírmela.
Esta película me marcó, la ví cuando tenía 19 años y me preguntaba como iba a estar a los 23 (edad del personaje de Bridget Fonda) , ahora me acuerdo y me da ternura mi concepción del tiempo…era tan joven que cuatro años era mucho. De todas formas mi vida cambió drásticamente a los 23. Amo esta película, es ideal para dejar de ser adolescente y empezar a ser adulto porque cuesta, los veinteitantos son difíciles para las mujeres,encuentro yo…
Recuerdo eso sí que al final muestran el teléfono al lado de ella, con el cable que atravieza dos edificios vecinos. Digna pero siempre con esperanza.
Digna, siempre digna…
Me encanta ella!!!!
La encuento seca y piolita y su personaje como perseguia a Matt Dilon en todo caso ella tuvo harta paciencia….. yo nica
ademas esta película es demasiado buena, para que hablar de la banda sonora excelente!!!!!!