Manual práctico contra el machismo diario

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por Mina en Paro*

Hay muchas columnas reportando el machismo diario, tanto en nuestro país como en el mundo. Ya eso lo sabemos, sabemos que está mal y que tenemos que pararlo. Ahora, ¿como no vamos a poder cambiar el mundo en poco tiempo? y, ¿qué hacemos por mientras el mundo se digna a cambiar? Pienso yo, que debemos estar preparadas, estar enteradas, tener una respuesta en la punta de la lengua para cuando se nos insulta explícitamente o cuando te dicen “no te pongai así, si era talla no más”.

Para ello, presento mi Manual práctico contra el machismo diario para cualquier situación que lo amerite. Muchas de estas respuestas las he rescatado de las mujeres importantes en mi vida, de mi propia experiencia y de comentarios del majestuoso Internet.

Disclaimer: Tengo extremadamente claro que no todos los individuos que comparten el mismo género sexual masculino son iguales. Todos los hombres que tengo en mi vida son seres que comprenden y empatizan con la mujer, seres que admiro y quiero, por lo tanto,  no trato de estereotipar al hombre de ninguna forma ni de “meterlos a todos en el mismo saco”.

8 RESPUESTAS VERBALES CONTRA EL MACHISMO COTIDIANO:

1) “El lugar de la mujer siempre es la cocina”.
a) “Bueno, en realidad entiendo que ninguna mina quisiera estar en tu pieza.”
b) “Es verdad, ahí tengo total control de los cuchillos.” (Ojalá que con esta respuesta se actúe un poco, angular la cabeza hacia abajo y sonreír tal como lo haría Joker, si la emisora tiene un cuchillo a mano, que lo tome mientras no rompe contacto visual).

2) “Ah, Feminista, ¿o sea? Eres una Feminazi”

Esta es exclusiva para las feministas, si tú no lo eres, te has salvado de ésta ene veces.

a) “Claro, porque querer igual derechos y deberes que los hombres es igual que el genocidio.” 
A veces, ni siquiera se quiere discutir, si el mino quiere creer que eres Feminazi, que lo crea, probablemente no sea el tipo de ser humano que te haga evolucionar, así que mejor cortar el hilo de ese volantín no más.
b)“Ja, Feminismo über Alles.” Quizá el tipo no tiene idea que significa lo que le dijiste. Da lo mismo, déjalo, déjalo.

3) “Corres (o cualquier otro verbo) como mina” 
a) “Si tu corrieras más fuerte, tu igual podrías” 



4) Si te tocan la bocina en la calle:
a) “¡Soy una mujer no un taco!”



5) “Hola Princesa *inserte mensaje fuera de lugar aquí*”

a) Si vas a ser condesecendiente, hazlo bien: ¡Reina, ctm, Reina!



6) Cada tanto, aparece quién nos recuerda sin referencia académica alguna que las mujeres somos demasiado emocionales. A ellos mismos, hay que recordarles que:

a) “No soy yo la que se pone a llorar cuando mi equipo de fútbol pierde”.



7) Cuando alguien de la nada, se pavonea de su anatomía masculina:

a) “¿Y de qué sirve un Hammer si no se puede estacionar?”



8) “¿Estai con la regla?”

Esta es mi favorita. Lejos.

a) “¿De dónde eyaculaste esa brillaaaaaaante idea?”
b) “Si sangrara cada vez que dices tonteras, estaría anémica”.

ESTRATEGIAS Y METODOLOGÍAS VARIAS PARA COMBATIR EL MACHSMO:



También sirven estos pequeños truquitos, sin siquiera hablar.
– Si alguien hace las típicas bromas machistas, simplemente decir “No entiendo, ¿por qué?” Entonces, ellos tendrán que explicar el centro del pensamiento creando un clima muy awkward y revelándose como estúpidos.
– Hacer como si una no escucha el piropo: Entonces, el emisor repite cada vez más y más fuerte y suenan cada vez más y más machista y ridículo.
– Si hacen comentarios a tus senos, piernas, trasero: Tu miras el objeto de admiración y haces como que estás muy sorprendida, como si fuera la primera vez que miras tu propio cuerpo.
– Si te miran mucho las pechugas, mirarle el paquete al loco y que te vea.
– Si te gritan en la calle, ojalá comer un chocolate y sonreírle muy creepy a los que te lo dicen. O ladrar. O hacer el típico sonido de los gatos enojados “jjjjjj”. O Hacer un pato Yañez versión Mina.

Bonus:Si alguien te agarra el trasero en el metro o en la micro, entonces, actuar sorprendida, alzarla la mano del sujeto al aire y preguntar: “¿A alguien se le perdió esta mano? La encontré toqueteándome.”

No tenemos otra salida ladies, estar preparadas es la solución. Querámonos tal como somos, queramos a los hombres buenos y respondámosle a los viriloides de siempre, que pareciera que jamás se cansan.

*Si tú también quieres escribir en Zancada, manda tu texto con título y el nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado COLABORACIÓN. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.

12 Comments

  1. Por suerte estoy rodeada, generalmente, de gente muy buena onda y civilizada. Las únicas veces que he sido víctima del machismo es en la calle con las miraditas y “piropos”.

  2. Tienes que tener muy mala suerte o entorno, en mis 40 años jamas he escuchando nada de eso…. sólo lo charchamente y matadamente obvio, como el piropo del maestro de la constru o el lamentable agarrón en la calle… pero todos los demás conceptos que se ven que los escuchas de gente que te rodea, de tu circulo, chuta, eso si que no….
    Yo pensé que que con machismo diario ibas a sugerir no aceptar que te cedan el asiento en la micro o rehusarte a pasar si te abren la puerta.

      • Uno siempre tiene un circulo, un entorno ya sea en su pega, en su familia, en su barrio, en sus amistades, no tiene nada que ver con clasismo. Es una apreciación bastante obtusa la que haces. La escritora aparentemente se rodea de pelmazos, quizas en su familia se estile ese trato, o en sus amistades, o trabaja con pasteles.

    • Ya. Pero que es esa wea de hablar de círculos como pa dejar en claro que “en mi circulo no pasa”, por lo tanto… Debe ser imaginacion de ella?

      Sigan ordenando el closet del marido nomas, cuicas culias aweonas.

  3. Jaja, están buenas.

    Qué lindo post.

    Yo hago siempre esa de preguntar “cómo? Y qué significa eso?” ante los chistes machistas, desarma caleta y con cero esfuerzo.

    Para los webeos en la calle, a veces cuando ando creativa he hecho:

    – acercarme a la persona de forma nuy decidida, y hacerme la wna y decirle muy amablemente que me disculpe, que no escuché lo que me dijo. Les tiembla la voz altiro, una vez incluso un tipo arrancó! Lo juro, dio media vuelta y se fue casi corriendo, me dio mucha risa y sentí q se me devolvía el poder perdido

    – una vez, vi q un tipo le hacia un sonido a una chica en el oído, así q me acerqué a él y le hice lo mismo, y seguí caminando como si nada. Otro hombre se cago de la risa y el tipo quedó en shock.

    – algo q nunca me he atrevido a hacer, pero es tan simple q lo diré: meterme la mano en la nariz. Se lo oí a una feminista española. Los tipos quedan bloqueados.

  4. Hace unos días, en un ambiente laborar profesional, unos locos fueron bien buena onda y me ayudaron en una pega. Cuando yo les dije que estaba súper agradecida empezaron a hueviárme con “qué tan agradecida estaba y qué estaba dispuesta a hacer”. Quedé muy sorprendida! Eran hombres educados, profesionales, a los que más encima conocía poco, no entendí cómo podían tirarme ese “chiste”
    También hice como que no entendía, pero tuve tantas tantas ganas de mandarlos a la mierda.

  5. Encontré muy violentas y machistas las respuestas. Responder con una pesadez equivalente al final sigue el juego y lo que pudo ser una defensa propia, termina siendo un chiste. Yo he optado por quedarme muy seria y preguntar qué tiene de gracioso lo que acaban de decir. Si pareces dispuesta a escuchar, se aturden tratando de explicar lo inexplicable, y en dos por tres, salen mosqueados. Si practicas la mirada letal, el simple contacto visual los avergüenza.
    Si el contexto es otro, y un hombre me hace sentir incapaz ofreciendo su ayuda, me acostumbré a responder: no te preocupes, también puedo hacer eso.
    Generalmente cuando respondes algo gracioso, los hombres se terminan haciendo los choros y hasta coquetean. Cosa que me parece más repugnante, porque la idea es que adviertan la ofensivos e ignorantes que pueden llegar a ser.

  6. Me pasó igual… siento que muchas respuestas caen en el juego y al final buscan herir el “orgullo de macho”, que es un concepto demasiado machista. Al bajar el nivel de conversación y tratar de igualar o superar lo que te dijeron, es, para mí, aceptar la premisa del otro y caer en una especie de “guerra de los sexos”; quién es más bacán, quién dice lo más chistoso y todo bajo la idea de hombres v/s mujeres. No creo que sea efectivo.

    Debemos mostrar nuestro descontento, no siendo más choras o chistocitas (al final es cero chistoso), si no que enfrentándolos, cuestionando las ideas y rebatiendo los argumentos. Al final, hay tan poco contenido inteligente en estos “chistes” o prácticas, que el ridículo de los emisores quedará en total evidencia.

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