Mujercitas de Greta Gerwig, un emocionante viaje a un cariñoso recuerdo literario

Por @patyleiva
Antes de comentar cualquier cosa sobre la última versión cinematográfica de Mujercitas “Little Women”, de Greta Gerwig, debo decir que este fue el primer libro del que yo me enamoré profundamente. Iba en sexto básico más o menos.

Fue tanto, que cuando lo terminé lo volví a empezar, porque quería más de lo que recién había experimentado. Lo mismo me pasó hoy con la película, quise más, mucho más de las obras de Jo, de las conversaciones con Laurie, de la templanza de Marmee…. quise visitar esa casa de nuevo y ser testigo de cada gesto de generosidad y empatía proveniente de la familia March.

Jo cuenta la historia, tal como Louisa lo hizo. Louisa May- Alcott, la autora del libro, tenía tres hermanas, y un papá muy moderno para su época, que también estuvo ausente, no por ir a la guerra sino por depresión. Louisa era muy cercana a él y apoyaba sus ideas “revolucionarias” sobre educación y otros temas. Él fue quien, después de varios rechazos editoriales, logró presionar para que fuera publicada con la más biográfica de sus historias (a ella en verdad le gustaba mucho más escribir sobre aventuras y misterios), y el éxito surgió de la noche a la mañana, porque fue un hitazo.

Greta Gerwig captura, respeta y reinterpreta la historia de Meg, Jo, Beth y Amy escrita en 1868. La dirección de arte está impecable, la intimidad entre los personajes se logra, está llena de momentos hermosos en los que dan ganas de abrir bien los ojos para no perderte de nada.

El casting está perfecto, Saoirse Ronan como Jo es un poco más rubia de lo que debería según mi idea de Jo, pero lo hace increíble, es ideal para el papel. En general están todas súper bien, Eliza Scanlen como Beth y Ema Watson como Meg, pero Amy (Florence Pugh) tiene voz de muy adulta y se supone que es una niña, siempre se ve mayor.

Timothée Chalamet nació para ser Laurie. Louis Garrel súper hermoso y misterioso, como siempre.

El desafío era alto, porque se trata de un libro –y películas– muy exitoso y muy querido por millones de personas y muchas generaciones, especialmente de mujeres que se vieron representadas de alguna manera.

El feminismo es un tema importante, aunque no se mencione con todas las letras. La lucha por la equidad no es una novedad ni una moda de nuestros tiempos, y es muy interesante la forma en que Greta Gerwig plantea los temas en contexto, siendo siempre Jo, como sabemos, una feminista poderosa y muy real.

La verdad es que lloré toda la película, no siempre porque pasara algo triste –de hecho pasan muchas cosas divertidas que recuerdo textuales del libro–, sino porque me daba emoción ver lo bien representado que estaba el ambiente y el espíritu en general. Lo comparo con lo que los fans de El señor de los anillos sintieron al ver su amado libro convertido en película. Qué satisfacción –y alivio– es ver que te encuentras con los personajes que esperabas.

Si tan solo tuviéramos un poquito de la paz de Beth, fuéramos la mitad de desprendidas que Marmiee, un poco del arrojo de Jo y hasta la determinación de Amy (es lo único que puedo rescatarle), el mundo sería mejor, pienso.

Mujercitas, Little Women está en cartelera desde el 16 de enero, revisa los horarios en Cinemark.

Estuve muy feliz durante toda la película, pero dejaré acá mis puntos más altos con SPOILERS incluidos, por si prefieren leerlos después de verla:

– Jo y Laurie bailando afuera de la fiesta, especialmente cuando hacen pasos más ridículos y exagerados. Qué momento más hermoso!

– Jo y Beth en la playa, con viento y esa conversación.

– Marmee explicándole a Jo que en verdad no es tan paciente. Tremenda enseñanza de voluntad y esfuerzo.

– Cuando Jo pregunta a sus hermanas si puede incluir a Laurie en el grupo de teatro y él salta al frente, da su discurso y se sienta en su sillita.

– La explicación de que el matrimonio es un acuerdo comercial.

– Cada vez que alguien dice “¡pero si es Laurie!”, como para decir que filo, que bajen la guardia, que es de la familia.

– Las hermanas llevando su desayuno a la familia más pobre.

– La explicación de por qué en el libro Jo se casa. Me gusta que se hable del backstage de las decisiones editoriales porque se plantean los paradigmas que se están revocando con el paso del tiempo.

– Cada pieza del vestuario de Jo y de Laurie.

– Cuando las hermanas van por primera vez a casa de los Lawrence, y el silencio que queda cuando las se van. Es tan aburrido y sin sentido el mundo sin mujeres.

– Jo hablando con su madre sobre su frustración frente a las normas impuestas a las mujeres, y al mismo tiempo sobre su necesidad de no estar sola.

– Jo ordenando las páginas de su novela en el suelo.

– La secuencia de imprenta y encuadernación. Cuando empiezan a aparecer los tipos móviles (las letras de metal que arman los textos para la imprenta) mi corazón se detuvo (o se aceleró, no sé, algo exagerado quiero decir porque caí en éxtasis). Lo más lindo es que es extenso, y se alternan imágenes del libro, el papel, las páginas, hasta los tajitos que se le hacen a los cuadernillos para que entre mejor el pegamento del empaste a la hora de encuadernar!, las láminas de oro, la tapa dura… Uf, diseñador@s del mundo o amantes de las letras en general, por favor que la vean, porque esta escena ya hace que todo valga la pena.