Penetrables en el MIM

Losimpe
por Paty Leiva

En la explanada del Museo Interactivo Mirador, se puede apreciar esta maravillosa obra del artista venezolano Jesús Rafael Soto (1923-2005). Es una de sus famosas esculturas llamadas Penetrables. Este artista cautivado por el opArt, el constructivismo y el arte cinético, fue reconocido –entre otras cosas– por la repetición de elementos geométricos y por su preocupación por las texturas y la sensación del receptor. El movimiento y el espacio son elementos que se relacionan creando una experiencia fascinante.

En este caso, uno puede “entrar” literalmente a los colores, que son cubos formados por tupidas filas de cuerdas plásticas azules, verdes, rosadas y amarillas. No sé si la exposición es permanente o no (chequear en el MIM) pero traten de verla, vale la pena.

9 Comments

  1. Fui con mis sobrinos durante enero y al parecer este cuento es para niños muy pequeños, los más grandecitos se aburren… salvo el pasar por la escultura no tienen nada más con qué jugar… se ve bonito pero lo encontré un poco monótono.

  2. yo fui con mis niños el verano pasado y lo encontré la raja… hacia mucho calor y era realmente refrescante pasar por estos pelos de colores

  3. yo recomiendo el MIM para todos, no importa la edad, pero debes ser una persona ludica y curiosa. Los juegos no entretienen en si mismo, requiere la “energia” del usuario, un poco de pino y lo pasas bien de todas maneras. Y tambien recomiendo el acuarium, esta buenisimo…

  4. La última vez que fui (septiembre del año pasado) había un par que estaban cortados, de hecho no habían ningunos de color rojo-rosado. ¿Los arreglaron?

  5. he ido varias veces y nunca dejo de sorprenderme, podría estar un día entero como cabra chica.

    Mi preferida es la fabrica de sombreros.

  6. Esa obra estuvo hace años (como 7 u 8)en la telefonica, en una exposicion de Soto. Me acuerdo porque fui en un paseo de curso en el colegio y lo unico que hicimos fue jugar a atravesar los colores.

  7. Sip, yo lo vi tambien en la telefonica, alla por el ’99, el 2003 fuera del museo Malba en Bs Aires (uno solo) y afuera del MIM hace más de un año (no sabia que aun estaban ahi). Es lo mejor pasear por dentro de ellos, me siento como de diez años, y es linda la alternancia luces/sombra materia/espacio que se siente al recorrerlo, porque de afuera uno puede pensar que es simple, feo, etc. pero la idea es estar en el y experimentar sensaciones. Muy lindo.

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