por Sara*
Un par de meses atrás conocí la página de Zancada y pronto la sumé a la lista de sitios que leo diariamente. Me gusta la forma como son tratados los temas y la variedad de contenido que propone. Me presento: soy Sara, arquitecta de Porto Alegre, una ciudad al sur de Brasil donde en el invierno hace harto frío.
Mi interés por Chile ya venía de mis lecturas de Isabel Allende, por la proximidad latina que tenemos y por una u otra canción de Violeta Parra. También tengo el recuerdo de mi mamá, italiana, que me contó que de joven escuchaba mucho el grupo Inti Illimani. Chile llegaba hasta los jóvenes de Europa como símbolo de resistencia y lucha contra la dictadura de Pinochet.
Solamente en el 2014 pude conocer el país en un viaje que hice con dos amigos y me encantó conocer Santiago, Viña del Mar, Valparaíso, Pucón y a toda la gente que nos recibió re bien.
Con todo eso, no me imaginaba que Chile, y especialmente Santiago, iban a entrar definitivamente y tan destacadamente en mi vida: en ese mismo viaje conocí a un chileno y desde ese momento estamos juntos.
Sé que mi historia no es exclusiva y que, así como yo, existen innumerables parejas internacionales que disfrutan de skype, whatsapp, o lo que sea para llevar adelante su amor. Tampoco espero hacer un texto sobre las relaciones a distancia. Solo quería acá, en este texto simple, dejar mis palabras a este país que fue ganando a mi corazón.
Es increíble percibir hoy día que llevo a Chile como mi tercer lugar en el mundo (después de Brasil e Italia) y todo lo que tiene correspondencia con el país me despierta la atención.
En mi celu, en los últimos tiempos, se mezclan las músicas de Mon Laferte, Gepe, Ana Tijoux y Alex Anwandter. Ya busqué a un sitio de streaming para mirar la tele chilena como se allí estuviera. Soy una consumidora voraz de blogs y vlogs de chilenos que me ayudan a mantener contacto con la vida de allí, las jergas y lo que está pasando. Zancada se incluye en eso.
Desde la primera vez ya fueron otros cinco viajes más y en cada uno intento conocer cosas nuevas y también volver a los lugares que adoro y que extraño cuando estoy en Brasil. Comer una chorilllana o solo tomar una cerveza en La Piojera, caminar en un día de sol por el Barrio Lastarria, bailar y ver a shows entretenidos en el Maestra Vida, pasear por la bulla en Bellavista, caminar por La Vega, escuchar cueca en La Casa en el Aire, probar las sopaipillas y el pebre de los más distintos lugares, pasar una tarde mirando la enormidad de cosas que hay en el Biobío, conocer a cada paso una esquina o lugares nuevos del Barrio Yungay o del Barrio Italia, perderse por las calles del centro y mirar a la sorprendente cordillera. Y seguro comer palta. Mucha, mucha palta. Te quiero mi Chile.
*Si quieres escribir en Zancada, tienes que mandar tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.
Que bonito lo que escribes. Chile es un país muy lindo, pero últimamente siento que no lo cuidamos y eso me produce desencanto.
Tal deba redescubrirlo.
César Idárraga
Yo también quiero mucho a chile ????
Gracias por valorar lo que nosotros mismos a veces no percibimos. “Y verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero…” ????
Impresionante que escribas el castellano mejor que muchos locales.
En la universidad mi mejor amiga era Chileno-Brasilera – criada en Sao Paulo – y en 5 años nunca logro expresasrse tan bien en español.