Roneo

Roneo: una plataforma para vender, comprar o intercambiar libros

"Un día se me ocurrió que debiese existir un lugar donde la gente pudiera vender los libros que ya leyó y buscar los que nunca ha encontrado en una librería"...

Roneo
por Mariana y punto

Roneo es de esos proyectos que veo y pienso que son la mejor idea, algo tan necesario -y posible- que cómo no se le había ocurrido a alguien antes. Lo bueno es que pasó, y a Cristóbal Carrasco no sólo se le ocurrió, sino que lo convirtió en realidad: una sitio para vender, comprar o intercambiar libros.

Roneo.cl es una plataforma que conecta a compradores y vendedores, ya que no hay comisiones de por medio. Puedes revisar los libros disponibles (que irán aumentando mientras seamos más quienes vayamos subiendo tiendas y ejemplares) y, si te interesa alguno, puedes registrarte. Si tienes libros para vender, puedes agregar una tienda a tu cuenta, y en cada libro que subas puedes establecer el precio que quieras y decir si estás dispuesto a la posibilidad de trueque.

Me ha pasado muchas veces comprar libros que después jamás me dan ganas de leer y ahí están, guardados, vírgenes y en perfecto estado; y otras veces hay libros que ya he leído, me gustaron, pero no necesariamente los quiero conservar por asuntos de espacio. Además, la posibilidad de vender y/o deshacerse de libros hace que la culpa de comprar otros no sea tan grande.

Yo ya hice mi cuenta y subí mi primer libro a la venta, y estoy muy ansiosa de que se vayan sumando más personas para que la oferta -y comunidad de libreros aficionados- sea más grande. En este link pueden revisar las instrucciones de cómo funciona y puedan ser parte de Roneo.

Para que se motiven, cito un lindo texto que escribió el mismo Cristóbal, donde cuenta de dónde salió su idea:

En Quintero, cuando era muy chico, me quedaba mirando los kioskos por mucho rato. Me gustaban los colores de las revistas, los diarios, las Barrabases. Con el tiempo me olvidé de esa imagen, pero cuando estaba en la universidad, imaginé tener una librería que se iba a llamar Roneo. Me gustaba la palabra, la miseria de los recuerdos de las pruebas coeficiente dos, la mala sensación del papel en los dedos.
Tener una librería se volvió muy difícil. Y un día se me ocurrió (porque estaba muy pobre, tenía que vender mis libros y no quería llevarlos a San Diego) que debiese existir un lugar donde la gente pudiera vender los libros que ya leyó y buscar los que nunca ha encontrado en una librería. Era una forma muy oblicua de tener una librería, pero era una forma, al menos.



El Cristóbal es abogado, ha trabajado como editor en Hueders, hizo posible empezar con nuestra obsesión por los clubes de lectura, además de haber publicado en Zancada entrevistas como El chileno que traduce a los extranjeros y La extranjera que traduce a los chilenos y otros textos como Sergio Livingstone: una historia de fútbol y no de muerte.