sindrome de la impostora

Síndrome de la impostora: el género determina el grado de inseguridad

¿A cuántas de ustedes les ha pasado que han sentido en algún punto de su vida, que sus méritos no son suyos, si no que el destino les jugó una excelente pasada?

sindrome de la impostora
por Bela*

Hace un tiempo leí un texto que apareció respecto al taller de bordado creativo, el síndrome de: a todas les queda mejor que a mí. Se sumó a una lectura de hace unas días que hablaba del síndrome de la impostora.

La imagen que la gente tiene de mí es de una mina medianamente exitosa; a mis 32 años he llegado a tener un cargo de dirección en una institución respetable, y tengo varios diplomas a cuestas. ¿Y si les dijera que después de todo eso, de los diplomas, de los éxitos laborales, se encuentra una mina que piensa que es un fraude y que todo es mérito de la suerte, de las estrellas y de su carta natal? Olviden la carta astral, pero sin duda alguna, pienso que no hay mucho de mí ahí. Ese es el síndrome de la impostora y según el artículo, mayoritariamente lo sufrirían mujeres.

Creo que mis dotes de estar en los lugares correctos en el momentos precisos me han ayudado de sobremanera. Pero es ahí cuando, como en el taller de bordado, el sentir que todos los hacen mejor sumado a esa sensación de que la suerte es mi apellido me muestran esa fragilidad terrible que es la inseguridad.

¿Será algo de género? ¿Qué conductas habré aprendido de mis mujeres que hoy reproduzco de tal manera que no me siento digna de lo que he conseguido?

¿A cuántas de ustedes les ha pasado que han sentido en algún punto de su vida, que sus méritos no son suyos, si no que el destino les jugó una excelente pasada?

Foto: película Man Up

*Si quieres escribir en Zancada, tienes que mandar tu texto con título y nombre con el que quieres firmar a [email protected] en un mail titulado TEXTO. Como siempre, si va con nuestra línea editorial felices lo publicaremos.

9 Comments

  1. Lo que yo tiendo a pensar es que muchas veces es asi, que hay suerte, hay algo de merito tambien, pero las mujeres somos mas honestas y le damos su justa medida a nuestra capacidad, en cambio los hombres se creen la muerte, se dan grandes aires donde no los hay… es cosa de mirar los politicos…. puro blablabla y nada sustantivo, puro humo, y todos se palmotean la espalda.
    Yo trabajo con muchos hombres y es impresionante como se venden humo entre ellos.

  2. Me parece importante comenzar a hablar de este “síndrome de la impostora”, pues es tremendamente común esto de pensar que no somos merecedoras de lo que conseguimos y eso, en muchas ocasiones, lo confundimos con humildad. Me parece que no es lo mismo decir “puedo mejorar en lo que hago” que decir “hay personas que en realidad lo harían mejor que yo, así que no lo merezco o que tengo”.
    Lo más grave de este síndrome, creo, es la constante necesidad de validarse frente a los otros; pues, finalmente, nuestra autoestima se pone en lo que los demás opinan de nosotras y no en nosotras mismas.

  3. A mí haber acumulo viajes, premios, diplomas y una carrera ascendente y promisoria a mis 29. Tengo plena conciencia que tener determinada apariencia y determinado apellido me ayuda en aspectos cotidianos, laborales y también en mis relaciones sociales. Sé que por tener un padre y abuelo con profesiones de prestigio se ha confiado en mí y no he decepcionado, si me equivoco es parte del juego, se que me respaldarán y eso me da mayor seguridad aún. La suerte es esquiva con algunos, conmigo es muy generosa. He aprovechado todas las oportunidades, sé que me escogen por bonita, y reconozco impostar lo que a la gente común le conquista: creen que verdaderamente son de mi agrado e interés. Se den cuenta o no, siempre seré la favorita y me valgo de la inseguridad de mis competidores para avanzar rápido.

  4. He leido harto de eso ultimamente y, a pesar de que yo no llevo aun mucho tiempo trabajando como para que alguien mas me considere “exitosa”, si me pasa que vivo con un miedo constante a que me descubran que soy un fraude. Esto mas en el sentido de tener la sensacion de que no hago nada bien pero que la gente no lo descubre todavia, o que no me cachen que no se nada (aunque en verdad si). Es muy raro.. debe ser que siempre he sido muy insegura y esto me ha pasado en todo lo que he hecho siempre.
    Aunque la gente cerca mio me crea capaz de hacer algo y yo misma lo demuestre tbn, siempre coy a tener esa sensacion de que en verdad no puedo y solo me vendi bien… que triste!

  5. “carta natal”, “mi apellido”… Efectivamente, quizás si no tuvieras la procedencia que tienes, no tendrías todas las cosas que tienes. Al parecer tu inseguridad es justificada, y acertada.

  6. Pero en este caso entramos en el dilema de qué es ser exitoso. Algunos, por considerar que el éxito es algo incalzable, se refleja en más plata, en ser famoso o en mandar, terminan sintiéndose impostores. Pero es verdad, uno suele sentirse no del todo satisfecha aunque tenga el empleo, viendo tanta cesantía, y haciedo lo que le gusta en un lugar agradable.

    • Lo veo más bien como algo que nos puede pasar frecuentemente a las mujeres. A mi también me ha pasado que viniendo de un origen humilde, ser la primera profesional de mi familia, he sido más exitosa que los otros seres de mi barrio que están en la misma, que mis primos que tenían las mismas condiciones y que mucha gente que me rodea. Soy más patuda, soy harto clever, tengo personalidad y no soy nada de fea, me casé con un tipo de un nivel social harto más alto y nos amamos como nadie, y gano bien en la pega, logré hacer lo que quería en mi carrera. Pero me pasa…me pasa que parece que no soy tan bacan como otros, que igual la suerte me ha jugado a favor, que pudiera ser que no tengo taaaaantos méritos como otros. Este post me llevó a reflexionar sobre eso, será que como minas nos pasa?, será que sentimos menos capaces?, no se, me llama a creerme más el cuento.

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