Los Fab Five esteban de vuelta por fin con la cuarta temporada de Queer Eye. Lloramos, nos reímos y gozamos con los aportes de los protagonistas en cada uno de los casos. No podemos esperar.
Es muy bonito ver cómo las personas agradecen la ayuda, que obviamente es una especie de intervención para que luego se las arreglen solos, pero ya el hecho de abrirles los ojos de que es necesario cambiar los hábitos a personas que no están ni cerca de ver que necesitan cambiarlos, es bacán.