Una canción lleva a la otra

Una canción lleva a la otra: 2002

Nada me hace más feliz que hacer playlists, y quiero cerrar el año con esta hecha para mi amiga Vale. Ocupé como punto de partida el año en que nació, el 2002 (sí, una amiguita muy joven). Con eso comienzo y me dejo llevar porque una canción lleva a la otra:

Una canción lleva a la otraPor @patyleiva

Nada me hace más feliz que hacer playlists, y quiero cerrar el año con esta hecha para mi amiga Vale. Ocupé como punto de partida el año en que nació, el 2002 (sí, una amiguita muy joven). Con eso comienzo y me dejo llevar porque una canción lleva a la otra:

El año 2002 David Bowie lanzó el disco Heathen, un disco muy elegante que marca el tono de lo que serían sus siguientes discos, hasta el fin :(.

El productor fue Tony Visconti, su compañero en estos últimos 4 y 9 anteriores, incluyendo el primero.

I Would Be Your Slave es una de las canciones más hermosas del disco, está llena de violines y arreglos que son una delicia, además de tener un coro desgarrador y arrastrado, entremedio de su batería asincopada, lo que hace que llegue al corazón de forma física y genuina.

Bowie siempre fue una estrella en sí mismo, pero antes que todo, era un gran fan (como nuestra amiga Patti Smith), lo que lo hizo grabar más de algún cover inesperado, como Cactus, de Pixies, que también está incluido en Heathen.

Los Pixies son de una generación más joven que Bowie, una banda nacida en Boston a mediados de los 80s encabezada por Black Francis. Pixies es una banda que me puede acompañar estando el cualquier estado de ánimo. Cuando los escucho pienso “en Pixies el bajo lo es todo”, pero luego escucho la guitarra y digo “uy, la guitarra es la que hace que Pixies sea Pixies”. Así que no sé, cada pedazo de la banda es imprescindible.

Casi todo el mundo dice que el Surfer Rosa es el mejor de los discos de la banda, y en verdad es entero bueno. Como muestra dejo Broken Face, porque tiene esas guitarras poderosas que tan feliz me hacen y esos gritos tan raros de Francis que en verdad nadie más podría emitir.

Pero, para mi, es Bossanova el mejor, de principio a fin, como si fuera una sola obra, bueno, lo es, pero todas las canciones parecen ir dándose la mano para seguir avanzando en el disco. Is She Weird es una canción llena de preguntas marcada por el bajo maravilloso de Kim Deal.

Ella tocó hasta el Trompe Le Monde, publicado en 1991, casi en la misma época en la que grabó el primer disco de The Breeders, la banda paralela que armó con su hermana gemela, Kelley Deal.

La canción más famosa de The Breeders se llama Canonball y salió el ’93 en el disco Last Splash. El video fue la bomba y rotó incesantemente en MTV. Hoy me vengo a enterar que fue dirigido por Kim Gordon (Sonic Youth) y Spike Jonze, una cosa piola… Además, MTV editó un video como continuidad en el que unían pedazos de gente de otras épocas y contextos bailando y calzando perfectamente con el ritmo de la canción que era increíble.

Paralelamente al éxito de las Spice Girls y Britney, los 90s fueron prolíficos en bandas encabezadas por mujeres muy rockeras. Además de las hermanas Deal estaban, por ejemplo las Veruca Salt de Chicago, que tuvieron el hitazo Seether; o Letters To Cleo, de Boston que tuvieron el one hit wonder Here & Now.

También estaban las británicas Elastica que la rompieron con Connection. Ellas se movían entre el llamado rock alternativo y el brit pop. La vocalista, Justine Frischmann fue pareja de Damon Alabarn durante casi toda la década de los noventas, una relación muy tormentosa marcada por las adicciones, pero hay que decir que bellas canciones salieron gracias a esa unión.

Blur, la banda de Damon es parte de la realeza de brit pop y siempre se pelearon el primer lugar con los pesados de Oasis, desencadenando pendejísimas rivalidades desde entonces (y como yo soy team Blur, pendejísimamente dejaré a Oasis fuera de esta lista).

There’s No Other Way es una de las canciones de Leisure, el primer disco de la banda, y For Tomorrow pertenece al disco Modern Life Is Rubbish, una fineza de disco que, en mi opinión, le debe mucha influencia a los comienzos de Bowie (fíjate en los arreglos y segundas voces, es casi celestial).

Girls and Boys quizás sea su canción más popular, o al menos será la más bailable. Blur está integrado también por Graham Coxon (otro talentoso compositor), Alex James (bajista súper mino dedicado a hacer quesitos) y Dave Rowntree (baterista, el más piola de los cuatro).

Damon es el más inquieto, siempre he escuchado que no funciona sentándose a esperar que le llegue la inspiración, sino que todos los días se levanta y se va a su pega (estudio) a buscarla. Quizás es por eso que tiene tantos proyectos exitosos, porque además de que el 2014 sacó un disco precioso en solitario del que sacamos Lonely Press Play y el 2007 haya sido parte de la super banda The Good, The Bad and The Queen con hermosuras como Herculean; ya antes, en 1998 había creado la banda virtual Gorillaz junto al diseñador, animador e ilustrador, Jamie Hewlett. Cuántas veces en la vida este gallo le puede dar con el palo al gato? Impresionante.

Elijo Momentz del disco Humanz del 2017 porque es demasiado bailable, alucinante, cargadísima de la atmósfera-Gorillaz que estos dos creadores armaron complementando con colaboraciones atómicas que van de De la Soul a Kali Uchis, Grace Jones a Snoop Dogg.

En Demon Days, por ejemplo, participa Shaun Ryder, el Happy Mondays en el ensamble perfecto que es la canción Dare.

De esa otra banda británica noventera nos quedamos con 24 Hour Party People, canción que sirvió de inspiración para bautizar una película –dirigida por Michael Winterbottom y protagonizada por Steve Coogan– sobre, precisamente, la historia del Brit Pop y las épicas fiestas y tocatas en torno a Factory Records en Manchester durante los 70s. 80s y 90s.

On Melancholy Hill es probablemente una de las canciones más hermosas de Gorillaz, forma parte de Plastic Beach un disco que nos lleva de vuelta a Bowie, ya que en el arte interior del disco, vemos a 2D (integrante animado de Gorillaz) con la portada del Hunky Dory (el cuarto álbum de David Bowie) enmarcada bajo el brazo. Porque Gorillaz es así, lleno de referencias y mensajes escondidos, lo que la hace una banda riquísima e infinita.

Del Hunky Dory salen canciones tan bonitas que dan ganas de llorar al escucharlas. Life On Mars? es una de ellas, conocida por su belleza y por el increíble videoclip grabado en 1973 por Mick Rock, con un Bowie colorín vestido con un terno celeste-turquesa contra un fondo blanco en el que pareciera levitar.

Kooks significa algo sí como “loquillo”, “rarito”, “excéntrico”… y así es como se llama la canción ue Bowie le escribió a su primer hijo, bautizado como Zowie (hoy se hace llamar Duncan Jones) y es la canción más bonita y genuina que he escuchado de un padre un hijo. Le habla como una integrante más de la historia de amor de estos “kooks”, le cuenta que le pintó la cuna y que la pintura nunca se secaba, que le compró zapatitos y libros para leer; le ofrece tips para evitar las peleas en el colegio porque como va a ser igual de rarito que sus papás, seguro que lo van a molestar. También lo invita a quemar las tareas y salir a pasear.

De esa canción sacó el nombre la banda The Kooks, tal como lo hicieron los Joy División para nombrar su primer disco, bajo el nombre Warsaw, sacado de Warszawa, otra canción de Bowie, del disco Low. Warsaw era súper punkie, mucho más que lo que conocimos después con Love Will Tear Us Apart.

Después de la muerte de Ian Curtis la banda renació como New Order y de ahí nacen clásicos como Blue Monday, que vamos a dejar para cerrar esta lista bailando.

Foto Brian Kostiuk on Unsplash

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